“A las palabras se las lleva el viento”… es verdad, pero no siempre. Cuando las palabras se piensan, al rato se escapan volando de nuestra mente para posarse sobre las cosas que nombramos a diario. Una vez allí, se unen con la materia y nos entregan su significado. Este cambia según la época, las ideas, las modas y el uso y abuso de lo cotidiano. Las palabras, entonces, aunque se vayan con el viento, regresan con las cosas y las abrigan y las atan y las definen.

 

Medellín en doce palabras pretende rescatar los significados originales de algunas palabras que pronunciamos a diario y que han cambiado de sentido y de doliente. La plaza, el campanero, las bombas, el carrito, el muñeco y la terraza son algunas de ellas y reflejan la evolución imparable y vertiginosa de una ciudad que a veces pierde el norte y que no sabe cómo renombrar a sus cosas. El cambio es inevitable, ciertamente, pero la esencia permanece y las almas de esas palabras aún esperan a que les devolvamos su dignidad.

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Fotografías de Diego Arango Bustamante

Textos de Catalina Jaramillo Aguilar

 

Este proyecto continúa en construcción.

 

Agradecimientos:

Concejal Aura Marleny Arcila Giraldo, Presidente del Concejo de Medellín.

Equipo de comunicaciones Concejal Aura Marleny Arcila Giraldo

Cúbica Impresión Digital

Y por supuesto a Doña Licilia y familia, Ferney, Steven, doña María, Margarita, Denuncio, José NIcolás, Lucas en la plaza Minorista, a los chicos y al profe de la escuela de fútbol Talento Antioqueño.